Declaración sobre el dia del profesional de la salud mental y la deplorable condición en que está el CODOPSI

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Hoy celebramos en todo el país el Día del Profesional de la Salud Mental, el Día del Psicólogo. Una carrera noble, pero lamentablemente maltratada, olvidada y ninguneada por muchos, especialmente por quienes han dirigido el Colegio Dominicano de Psicología (CODOPSI).

CODOPSI se ha convertido en una institución donde muchos solo buscan notoriedad, sin importarles realmente la situación de quienes ejercemos la psicología en este país. Basta con visitar una escuela pública para ver cómo los psicólogos trabajan en espacios que parecen corrales para criar pollos: sin privacidad, sin condiciones, sin respeto por la dignidad profesional.

 Lo mismo ocurre en las oficinas de atención a víctimas, en los distritos educativos y peor aún en los tribunales y centros penitenciarios, y ni hablar en los Hospitales. Los espacios son inadecuados, y las herramientas con las que contamos para hacer nuestro trabajo son prácticamente inexistentes.

*Como profesional de la salud mental, me ha tocado investigar directamente estas condiciones en la región este. Lo que he encontrado es indignante. Quienes han pasado por la dirección nacional del Colegio de Psicólogos nunca se han interesado por conocer cómo y dónde trabajamos los psicólogos en este país. Tampoco han hecho gestiones serias para que los cientos de puestos vacantes en el sector público sean ocupados por nuestros profesionales.

 Y mucho menos se han preocupado por mejorar nuestra calidad de vida o por exigir al Estado que dignifique nuestra labor. Hoy por hoy, los psicólogos somos de los profesionales peor pagados y más exigidos en el sistema.

Lo más triste es que la actual directiva del CODOPSI no solo ha sido indiferente, sino que ha actuado con falta de ética y transparencia en el proceso electoral que está previsto celebrarse el próximo 27 de abril. Se han negado a entregar el padrón electoral como exige el reglamento y han intentado excluir a varias provincias del derecho al voto, lo cual es una violación inaceptable a nuestros derechos.

Esta actitud mezquina y politiquera, más propia de aspirantes a cargos públicos sin principios que de profesionales de la conducta, pone en entredicho la legitimidad de todo el proceso. Es lamentable que quienes deberían modelar ética y conducta estén haciendo todo lo contrario.

*Por eso, en medio de este caos institucional, no sentimos que haya razones para celebrar este día. No hay nada que festejar mientras nuestros derechos como psicólogos siguen siendo pisoteados por aquellos que deberían defendernos.

Solo pedimos algo muy simple y justo: que se entregue el padrón electoral conforme a las reglas, y que se garantice la participación de todas las provincias en las elecciones del 27 de abril. De no cumplirse esto, no creemos que dichas elecciones deban o puedan celebrarse en esa fecha.

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